Gn 32:22-32 - "Derribado por el Señor para recibir un nuevo nombre" - Serie Génesis No. 74
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
La verdadera fe confía plenamente en el Señor. Pero no muchas veces sucede esto en nuestra vida. Las situaciones críticas que tenemos que afrontar pueden sacarnos de esta intención. A veces nuestra fe puede debilitarse.
Pero ¿qué sucede cuando ya no es únicamente la situación crítica por enfrentar, sino todas las cargas que venimos arrastrando, tal vez de un pasado con muchas heridas, de los errores o pecados de tiempo atrás, que no nos dejan en paz?
Muchas veces la principal barrera o obstáculo hacia seguir adelante, somos nosotros mismos.
Pero ¿Qué dice la Biblia? ¿Acaso hay libertad para nosotros? ¿Podemos ser limpios? ¿Podríamos tener vidas plenas nuevamente en Cristo? ¿Será que hay cargas que arrastramos que no nos dejarían ser parte de los propósitos del Señor? ¿Para qué está Cristo? Muchas preguntas para responde hoy.
Que la Palabra del Señor sea la que traiga estas respuestas a nuestras vidas y ánimo para conocerle más. El título del mensaje de hoy es: “Derribado por el Señor para recibir un nuevo nombre” y está basado en Génesis 32.22-32.
EXÉGESIS Gn 22-32
EXÉGESIS Gn 22-32
Resumen:
Jacob tiene que enfrentar a Esaú a quien ha evitado por 20 años.
Esaú quería matar a Jacob.
Jacob tiene un pasado que no lo deja en paz. Ha tomado la primogenitura con los medios que no eran adecuados.
Esaú ha tomado 400 hombres para ir a recibir a Esaú.
Jacob ha confiado en el Señor y está dispuesto a enfrentar a Esaú.
22 Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc.
No se acaba de levantar cualquier hombre sino un hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Podríamos muchas veces nosotros levantarnos así también.
Cuando uno pone confianza en el Señor, tendrá también un encuentro con Él. La dependencia del Señor, que es lo que Jacob acaba de hacer, lo llevará a mayor comunión con el Señor, tal vez a una comunión realmente verdadera, distinta a su estado anterior.
¿No anhelarías eso también?
Jacob toma todo lo que tiene, todo lo que está bajo su responsabilidad y está caminando hacia adelante, seguro que está en las manos del Señor.
23 Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía.
Jaboc es un afluente del río Jordán. Es un vado, quiere decir, que si bien es un río, uno puede pasar caminando por él.
Pasando el vado estará yendo al encuentro con Esaú. Es un encuentro decisivo, con alto riesgo de guerra o muerte. 400 hombres están acompañando a Esaú, que lo último que dijo hace 20 años es que quería matar a Jacob.
Al encuentro tan difícil, antecede un encuentro maravilloso:
24 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
“Así se quedó Jacob solo..” - Es probable que por versículo 22 y 23, Jacob haya hecho pasar a su familia y luego haya regresado por el vado de Jacob. Él iba a enfrentar una de las pruebas más grandes de su vida, al ver cara a cara a Esaú, una situación que había evitado por 20 años.
Parece que requiere fuerzas para buscar a Dios en esta situación tan dificultosa. Se da cuenta que en la crisis solo puede venir el confortamiento de parte del cielo y no de su interior o de los hombres.
¿Hace cuánto tiempo que no hemos hecho esto, pasar tiempo a solas con el Señor buscandolo en tiempo tan difíciles? Generalmente hacemos esto al revés. Nos metemos en el problema y luego buscamos a Dios. Jacob antes de enfrentarlo va a ir al Señor.
“..y luchó con él un varón..” - ¿Quién es el varón? ¿De cómo está ahí? ¿Qué hace allí? No se nos dice nada de esto. Tan solo que Jacob lucha con un varón por bastante tiempo, hasta el inicio del amanecer.
25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.
Jacob está luchando con él por mucho tiempo. No parece ser una lucha hóstil por lo que va a suceder, sino más bien como que Jacob hace todo el esfuerzo para no dejarlo ir. Es como que lo sujeta fuertemente y no deja ir a esta varón. ¿Quién es este varón? Oseas 12.4, da luces de quién es:
4 Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros.
Es alguien distinto a Jacob. No es un ser humano. Sino que es un ángel.
Jacob se impuso, pero no parece ser una batalla hostil, sino más una lucha por un objetivo: “..lloró, y le rogó..” La lucha parece tener un propósito que no es herir, sino obtener algo con gran súplica.
Quiensea que fuese aquel varón, Jacob sabe que es alguien muy especial.
“..ángel..” - puede ser utilizado muchas veces como un mensajero de Dios, pero también en la Biblia se llama “ángel de Dios” a Dios mismo, a una teofanía del Señor. (Teofanía: expresión de Dios que puede sentirse o verse con propósito de revelación al hombre).
Nuevamente Génesis 32.25:
25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.
Aquel varón que está peleando con Jacob no puede con él. Con seguridad que un ángel o si fuese Dios mismo tan solo con pensarlo podría derribar a Jacob. Pero no es el sentido que se da en este versículo, medir “quién es más fuerte”, sino que está resaltando el deseo de Jacob de no dejar ir a quién está delante de él.
“..tocó en el sitio del encaje de su muslo..” - el tendón del encaje del muslo es considerado como uno de los más fuertes de todo el cuerpo. Pero Aquel que luchaba con Jacob, tan solo lo tocó para descoyuntar aquel fuerte muslo. El poder de quien lucha era grande o inmenso en relación a Jacob, un solo toque había causado grande daño.
Aquel varón podía haber matado a Jacob con un solo dedo, pero Jacob había tenido ese tiempo de soledad para buscar fortaleza en el Señor y para poder enfrentar a uno de sus más grandes temores que se llamaba Esaú.
Pero Dios responde, y va a mostrarle a Jacob, que el problema más grande no se llama Esaú, sino se llama Jacob. Es justamente el objetivo de la lucha.
26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.
“.. y dijo: Déjame, porque raya el alba..” - Aquel que es retenido por Jacob, pide que lo suelte. Es poderoso y va a dejarle para toda la vida con consecuenias físicas a Jacob, pero ahora, le dice a Jacob “que lo deje ir”.
“.. No te dejaré, si no me bendices..” - Jacob desea y anhela la bendición. Esta es una bendición qu estaría confirmando todas las promesas recibidas, y que estaría confirmando que el Señor estará obrando en ÉL.
Había obtenido con suplantación, engaño y mentira la bendición de su padre, haciéndose heredero de las promesas de Dios y ahora, quiere la bendición, con lágrimas y llanto (Oséas 12.4). Este es un Jacob distinto. Que ha pasado de confiar en sus métodos humanos, a confiar en el Señor. Que ha sido tocado por la mano poderosa de Dios, descoyuntado en su muslo, pero que quiere y busca la bendición de Dios.
Jacob no está dispuesto a seguir adelante sin la bendición del Señor. ¿Te has dado cuenta que muchas veces trazamos nuestra vida sin la bendición del Señor? Necesitamos ser hechos hombres nuevos. Que dependan del Señor a cada paso que damos. Jacob tuvo que aprender esto en 20 años de sufrimiento, pero ha despertado y quiere la comunión con el Señor y su bendición. ¿Quieres la bendición también? No se trata de conseguirla con tus medios, Jacob no lo logró así, sino con dependencia del Señor. ÉL ES SEÑOR.
27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.
Aquel varón, que todavía no ha sido revelado, pero que para Jacob ciertamente no era alguien más, sino alguien muy especial, ha hecho una pregunta a Jacob: ¿Cuál es tu nombre?.
Claro que Él lo sabe, pero tiene propósitos con esa pregunta. Y el propósito de esta gran historia está justamente en esto.
El que llora responde: “Jacob” - Y el nombre Jacob quiere decir “suplantador” o “aquel que toma por el talón” (No tenía que nacer primero, pero luchaba por ganarlo. No pudo. Luego suplantó a su hermano para ganar la primogenitura, este era un verdadero suplantador, astuto e inteligente).
Jacob tiene un pasado terrible. Tal vez nosotros también lo tengamos. Pero Dios toma el pasado terrible y hace cosas maravillosas cuando uno va a Él y lo busca, y lo encuentra.
Jacob, el suplantador, tiene un pasado muy malo, pero ya no será así:
28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Jacob ya no se llamaría más Jacob. Aquel que habla y lucha con Jacob, tiene Autoridad para cambiar el nombre a quien quiere. Aquel que luchaba con Jacob no era tan solo un ángel, sino era el mismo Señor, dueño y Creador del Universo que luchaba con un hombre. Aquel sí tenía la Autoridad para cambiar el nombre del Suplantador, y tenía la Autoridad para no solo cambiar el nombre, sino cambiar la vida, haciendole un hombre nuevo y distinto.
Jacob ya no sería más lo de antes, ahora era sobre quien la promesa del pueblo de Dios recaía, y era aquel por quien iba a venir Cristo. Dios tenía planes y propósitos con Jacob.
Ciertamente no hay pasado o cualquier herida que hubo en tu vida. No puede haber temores grandes que no te dejen crecer espiritualmente o que sean un tropiezo en tu vida que Dios no pueda retirar. Él tiene propósitos para quienes quieran depender únicamente en Él.
“..No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel..”- Israel significa “El que lucha con Dios” o “Dios lucha” - Todo aquel que está dispuesto a descansar en las manos del Señor, recibirá un nombre nuevo de ÉL. Y todo un pueblo que conocemos hasta hoy como el pueblo de “Israel”, vendría de este hombre nuevo.
“..porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.” - Nadie puede vencer a Dios, no es el sentido de esto, sino que ha anhelado lo que los hombres no anhelan hoy, o muy pocos anhelan hoy, que es estar con el Señor, recibir su bendición y andar con Él y lo ha logrado!
¡Si Jacob ha vencido en su encuentro con Dios, entonces no necesita tener más temores en su encuentro con Esaú!
¿Y si Cristo ha vencido en la cruz por amor a nosotros? ¿Podríamos nosotros tener también temores?
29 Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.
Jacob o ahora Israel, busca el nombre de Aquel que lo acaba de herir con un dedo, pero que también le Ha puesto nombre nuevo.
“..¿Por qué me preguntas por mi nombre?..” - Después de haber recibido la bendición y un nombre nuevo, Jacob simplemente tenía que seguir adelante confiando. Lo importante era lo que acababa de suceder en la vida de Jacob a causa de la obra milagrosa de Dios.
“.. y lo bendijo allí..” - Lo más maravilloso que el hombre puede esperar, lo recibe Jacob:
La bendición de Dios. La bendición de Sus propias manos y Su boca. Jacob estaba fortalecido. Había una bendición sobre la vida de Israel, y una promesa única en ella, la línea mesiánica, que traería salvación a la humanidad, y que un pueblo iba a guardar la palabra de Dios hasta la llegada de su mesías.
30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.
Jacob había ganado en la lucha, pero confiesa su inferioridad. No hay jactancia en Jacob.
Jacob es un hombre agradecido. Bautiza ese lugar porque ha sido grandemente importante para su vida.
Peniel - “Rostro de Dios”.
“..Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.” - Las teofanías permiten esto. Ver a Dios cara a cara. No debe alarmarte esto. Algunos dicen ¿cómo es posible ver a Dios cara a cara sin morir? o dicen ¿No dice la Escritura que nadie ha visto jamás a Dios? - Sí, pero Jacob acaba de tener un encuentro con el Señor y el Señor se le presentó en una teofanía, una expresión de Dios para que el hombre pueda entenderlo. Desde este enfoque, no hay ningún problema con ver a Dios cara a cara. Si no fuese posible, no hubiésemos podido ver a Jesucristo caminando después de ser resucitado.
Nadie puede ver a Dios más allá de lo que Él mismo ha decidido presentar o mostrar. Nadie alcanza la santidad de Dios para estar delante de Su presencia, a no ser por la sangre derramada de Cristo.
“..y fue librada mi alma..” - Quiere decir, justamente esto. Que no ha muerto, que su vida fue preservada después de ver a Dios. Jacob ha tenido un encuentro maravilloso, deseando la bendición y que Dios camine con Él. Y ha vencido, lo ha logrado.
¡No honra su victoria, no es el valle poderoso donde Jacob venció a Dios, sino que Jacob ha exaltado la obra de Dios, su humillación ante el Señor y la gracia de Dios! Creo que debemos dejar de vivir en el valle grande de nuestras hazañas, para entrar al valle de la humillación delante del Señor! Hay tanta bendición en eso.
31 Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera.
El amanecer nunca fue tan hermoso como aquella oportunidad. Un encuentro con el Señor.
“..cojeaba de su cadera..” - Había un recordatorio para siempre en la vida de Jacob. Que Dios tenía el total poder, el total control, que un solo toque derribaba lo más fuerte del ser humano. Jacob tendría que vivir de esta manera y con este recordatorio. Pero era un maravilloso recordatorio del amor de Dios.
El Señor nos lleva a situaciones muchas veces de crisis para renovar nuestro aliento y para encontrar reposo y descanso solamente en Él. Hay un recordatorio que está gritando de forma más intensa y grande el amor de Dios. Es una cruz, son manos clavadas con agujeros, que dicen cuánto nos ama el Señor. Que ese recordatorio sea para nosotros el aliento de vida para levantarnos así como lo hizo Jacob.
32 Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo.
Este toque divino iba a ser un recordatorio no solo para Jacob, sino para el pueblo de Israel. Sería el recordatorio de que Dios puede obrar en las vidas, de que Él es Soberano, y de que necesitaban de Él antes de emprender cualqueir acción, como en este caso, enfrentar a Esaú.
No hay en la Ley una referencia a esto. Tendrán cuidado de no comer la parte del muslo de animales con el tendón. En algunos escritos antiguos como el Talmud judío, se consideraba con severa pena a quien no cumplía esto.
Jacob ahora Israel, está listo para enfrentar a Esaú. 400 hombres están con Esaú, y lo están buscando. Jacob mientras tanto, que era un hombre que podía luchar, ahora está cojeando. Ya no será el hombre fuerte físicamente de antes, que levantaba la piedra del pozo con sus fuerzas, sino que será un hombre que dependerá de las fuerzas de Dios. Ya no puede ser un hombre de guerra porque está herido. Entonces, ya no serán sus fuerzas, sino las de Dios. Y solo así, ni Esaú ni 400 hombres podrán enfrentar a Jacob.
¡Él ya no es presa de sus temores, sino que ha recibido un nombre nuevo: Israel!
MEDITEMOS EN LA PALABRA
MEDITEMOS EN LA PALABRA
Hemos visto una historia emocionante de cómo Dios obra en la vida de alguien que se ha equivocado tanto y le da un nombre nuevo. Esto nos da mucha esperanza, porque nos parecemos a Jacob o podríamos parecernos a Jacob en muchas cosas, sobre todo en cargar un pasado lleno de orgullo, de astucia para lo malo, de confianza en uno mismo, lejos del Señor.
Algunos principios bíblicos que podemos obtener de esta porción para aplicarlos a nuestras vidas.
Cuando estés cansado de confiar en ti mismo, de confiar en tus planes y tu forma de enfrentar la vida, busca al Señor. Él está dispuesto a recibir a quien con sinceridad acuda a Él y ser su refugio.
Cuando estés cansado de confiar en ti mismo, de confiar en tus planes y tu forma de enfrentar la vida, busca al Señor. Él está dispuesto a recibir a quien con sinceridad acuda a Él y ser su refugio.
Jacob tuvo que tomar decisiones. Y la mejor fue quedarse a la orilla del vado, en soledad para buscar al Señor. Dos campamentos de ángeles que lo guardaban le decían que podía ganar la batalla contra Esaú, pero había un temor más grande que Esaú y era todo su pasado y su conciencia que lo perseguía. Solo Dios podía librarlo de ello.
El Señor el día de hoy también puede tener encuentros personales, está llamando a todos los que quieran entregarse a su Señorio, a la dependencia de ÉL.
No te vayas a equivocar. Si vas a buscar al Señor porque requieres algo, pero no porque quieres que ÉL sea tu todo, entonces no estarás haciendo lo que Jacob hizo en esta porción. El principal problema de Jacob era su “yo”. Y cuando hay humillación en la vida, y solo cuando realmente quieres entregarte a las manos del Señor, es entonces que lo vas a encontrar, y así como con un toque derriba a Jacob, también puede derribar al viejo hombre o mujer que esté en ti.
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
La invitación de Cristo está abierta. Es una invitación a dependencia y humillación ante Él, pero también es una invitación a una limpieza de tu vida, donde sea la mansedumbre y la humildad de corazón lo que vayas a ganar caminando con el Señor. Cualquiera sea tu carga, puedes dejarla en las manos de Cristo.
Cuando estés cansado de confiar en ti mismo, de confiar en tus planes y tu forma de enfrentar la vida, busca al Señor. Él está dispuesto a recibir a quien con sinceridad acuda a Él y ser su refugio.
El siguiente punto es continuación del anterior y es el resultado de buscar al Señor:
El Señor puede transformarte y hacer cambios completos en tu vida pero únicamente a través de Cristo.
El Señor puede transformarte y hacer cambios completos en tu vida pero únicamente a través de Cristo.
Este es un principio que tiene que ver con doctrina en esta porción de la Escritura.
Una autora en su comentario de Génesis dijo algo muy hermoso: “Jacob es el nombre de la materia prima que toma Dios, e Israel es el resultado de su obra transformadora”. ¡Cuánta verdad! y la pregunta es ¿Cuál es el medio que utiliza el Señor?
Jacob tuvo que llegar a una situación de crisis o de gran angustia y dolor para que Dios lo encamine hacia sus propósitos y maravillosos propósitos. El pasado de un hombre, no está por encima del anhelo del Señor para tu vida. ¿Pero cuál es el medio? ¿Por qué Dios tenía los ojos puestos en Jacob?
La respuesta está en el mismo medio de Jacob.
Jacob estaba pidiendo la bendición de Dios, que confirmara las promesas que había recibido, en las cuáles él había creido, y la promesa principal de todo ello, era la bendición que vendría por un descendiente que era CRISTO.
¡El medio siempre es Cristo!, el motivo de todo lo es Cristo! Lo era para Jacob, lo será para aquel que quiera reconocer a Jesucristo. Y si va a haber cambios en nuestra vida, deben ser a través de la obra de Cristo, NO HAY OTRA FORMA! DIOS NO OPERA DE OTRA MANERA.
¿Hay situaciones difíciles en nuestra vida? ¿No tenemos acaso problemas de salud nuestro o de alguien que amamos? ¿No tenemos problemas de trabajo o recursos muchas veces? ¿No has pasado por situaciones difíclies en tu matrimonio, vida con los hijos, en los estudios, inversiones, sueños frustrados, heridas del pasdado que has ocasionado o que te han ocasionado otras personas?
Si tan solo estás buscando sanar de todo esto, y si todo esto no te lleva a comunión con Jesucristo, entonces todo esto será en vano. Las situaciones difíciles deben llevarnos a un reconocimiento del Señorío de Jesucristo. No hay otro medio y otra forma para ser transformados por el Señor, o es con Cristo o no lo hay. Cualquier cosa que estés atravesando debe llevarte a desarrollar dependencia del Señor a través de Cristo.
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Ese es el precioso modo del Señor para hacer cambios. Es a través de Cristo. Lo fue en la bendición de Jacob que llevaba a Cristo y lo será en nuestras vidas si vamos a Cristo.
El Señor puede transformarte y hacer cambios completos en tu vida pero únicamente a través de Cristo.
El último punto es también continuación del anterior.
Si has sido limpiado por el Señor, entonces, camina y busca Su voluntad. Vive una vida de bendición rendido a Sus propósitos, a Su evangelio y a Su obra.
Si has sido limpiado por el Señor, entonces, camina y busca Su voluntad. Vive una vida de bendición rendido a Sus propósitos, a Su evangelio y a Su obra.
Un paso importante en la vida de Jacob fue haber recibido un nombre nuevo. Ya no era suplantador, sino era Israel, ya no era más un hombres fuerte sino un hombre cojo. Pero ahora por fin podía seguir adelante hacia los propósitos del Señor.
Cuando el Señor obra en nuestras vidas y nos limpia, nosotros debemos responder caminando hacia su Voluntad.
Jacob estaba listo para enfrentar a Esaú. Cojo y sin ejército, está listo para ir, porque ha comprendido que Dios tiene propósitos y bendiciones para él y su familia.
¿Sabes tú que Dios tiene propósitos para tí? ¿Sabes que recibiste una misión después de ser lavado por la sangre de Cristo de predicar Su Palabra, de ir a todas las naciones predicando Su Regreso y la salvación por la fe?
¿Lo estamos haciendo? Está bien!, Fuimos o somos lavados por la sangre del Señor. Hemos recibido vidas nuevas. ¿Y ahora? ¿Cuánto sirves en la iglesia? ¿Cuánto cumples con los propósitos del Señor para tu vida y la de tu familia?
¿Te imaginas recibir una nombre nuevo, para volver a vivir como antes, lejos del Señor? No funciona así. ¿Has creído en Cristo? Entonces es momento de encontrar sus propósitos. Leer Su Palabra, orar, enseñar a tus hijos, predicar el evangelio, buscar un ministerio en la iglesia, tener vidas que glorifiquen Su Nombre.
24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Tal vez muchos de nosotros vayamos a necesitar un toque de Dios como Jacob. Que destroce su fortaleza para entonces a través de eso, hacerlo un nuevo hombre con un nuevo nombre. Que el Señor derribe nuestra fortaleza con su mano cariñosa y que haga en nosotros Su Voluntad para que podamos dar testimonio de la gracia de Dios. Oremos.